Patrioshka Vs. Puño Americano


Una de las cosas que más ansiedad y miedo me produce es exponerme al público. La cosa se complica si encima te expones en territorio hostil. Toda esa gente extraña observando tus ilustraciones y tratando de comprender por qué las sombras de las axilas parecen pelo asalvajado acojona un poco. Los amigos que intentan sacarte alguna cerveza gratis mientras despegan la masilla que sujeta tus cuadros. Y lo que es peor, la gente te roba tus obras, que aún no sé si tomarme esto último como un cumplido. Que alguien se tome las molestias de organizar el robobo de la jojoya para hacerse con un patrioshko siempre emociona un poco. En resumen, me encanta exponer.